Preparar la tierra para cultivar un bonsai es una de las partes más importante para la creación de nuestro bonsai, sin importar el estilo de bonsai o la maceta que tengas, la tierra juega un papel muy importante.
Debemos tener el cuidado de aportar a nuestro bonsai todos los nutrientes necesarios que necesita para que nuestro árbol crezca adecuadamente.
La tierra es el medio sobre el que vive y se desarrolla nuestro bonsai en el cual no deben de faltar el agua, los nutrientes y el aire.
Se necesita agua para disolver los nutrientes.
Se necesita los nutrientes para que le árbol realice la fotosíntesis.
Y se necesita aire para que las raíces puedan respirar.
Es muy importante tomar en cuenta que la consistencia de la tierra, la calidad de la tierra para el cultivo de un bonsai, ayuda a determinar la salud, la vitalidad y la apariencia de nuestro bonsai.
Es muy importante que la tierra que utilices para sembrar un bonsai tenga la capacidad suficiente para drenar bien, pero que no sea muy suelta para que la tierra aporte la humedad suficiente que necesita el árbol.
Pero no que no sea muy maciza, porque impedirá que las raíces tengan la humedad suficiente.
Tampoco debe ser muy barrosa porque el exceso de agua en una tierra pudrirá la raíz rápidamente.
Para preparar la tierra que necesites dependerá de lo siguiente:
Dependerá de la especie del árbol.
Dependerá del tamaño del árbol.
Y dependerá de la frecuencia con la que debamos regar.
Para preparar la tierra para un bonsai debes utilizar los siguientes elementos:
Tierra de jardín.
Nutriente orgánico.
Arena lavada de rio.
Musgo o aserrín.
Graba triturada.
Carbón miniatura.
Cascara de huevo.
Ceniza de leña.
Abono químico.
Herramienta para preparar la tierra.
Balde de 5 galones.
Cedazo.
Taza medidora.
Palita de jardín.
Piedra redonda para moler.
Una cuchara.
Para preparar la tierra debemos utilizar las siguientes medidas de peso:
Con una taza medidora o una taza normal mide dos porciones de tierra de jardín, una porción de nutriente orgánico, una porción de arena lavada de río, una porción de musgo a aserrín y una porción de graba triturado.
Un cuarto de taza de carbón pequeño.
Un cuarto de taza de cascara de huevo.
Cuatro cucharadas de ceniza.
Una cucharada de abono químico.
Cada elemento debe ser revuelto de uno en uno, para que la preparación quede bien homogénea.
Cuando termines con la preparación de la tierra debes dejarlo reposar por lo menos 3 días en una bolsa plástica, balde o saco de mescal.
Cada elemento revuélvelo de uno en uno a la vez, con e sección del musgo.
El musgo se debe dividir en cuatro porciones, y revolver una porción a la vez.
Cuando termines con la preparación, debes dejarlo reposar por lo menos 3 días en una bolsa plástica.